Escalemos Una Cima Lejana

Hace pocos días me hice la promesa de trepar esa cima; ardiente, inexplorada, todo un infinito repleto de sucesos.

En el momento en que insinúe que sería sucesor de un prodigioso escritor local, la gente contesto a mis opiniones de diversas formas: “estás loco”, “es mucho camino para ti” —Ú— “se necesita mucho dinero”. Muchas frases de las típicas tradicionales o desde mi entidad, frases que solo buscan —Sarcásticamente— la manera de hacerte retroceder a tus ideales, no obstante también recibí críticas constructivas de mi futuro a largo plazo.

Escalar esa cima para mí es un reto, ahora mismo no negare que tengo una galbana enorme para escribir. (Asumo que estos días han sido complicados) Justo cuando estas subiendo a esa cima y no cuentas con nadie para darte ese aliento a proseguir, te empiezas a examinar quienes estarán en tu futuro una vez que estés allí; en lo más alto del mundo. Te preguntaras en ese instante si valió el sacrificio y el arduo camino que te transitaste.

Esta semana ha sido difícil para mí: el horario, el clima, los pensamientos, la horrible contaminación auditiva etc... Todo se ha juntado para lograr una sobrecarga excesiva hasta tal punto que los dolores de cabeza se me presentan de tres veces a cuatro veces por semana (algo que no me había pasado hasta la fecha) así pues hoy no tengo uno de mis mejores días para venir a darle a mis lectores un mensaje humilde de los típicos que pretendo llevar a sus vidas, hoy solo les diré:

La cumbre que ustedes quieren alcanzar u su mayor anhelo no es imposible, es complejo llegar allí pero pienso: los jóvenes apasionados por la vida siempre buscaran escalar una formidable cúspide. La vida se resume a lograr trepar una cima, la cual nos hace madurar y tener una amplia visión del mundo. Si nos damos paso a trepar una cima, daremos paso a crear una meta, si logramos una meta, nos daremos la satisfacción de crear la felicidad…