A veces me cuestiono numerosamente de la vida misma, ayer en la noche me preguntaba junto con mi amiga ¿porque el dolor agobia las personas con corazones justos u corazones subyacentes? ¿Por qué las personas con grandes simpatías u nobleza, tienen que conocer el sufrimiento antes que cualquier otro individuo? La vida rige de una manera que engloba el dolor, con nuestra felicidad, como la penumbra y el albor, como la noche y el día. Nos acostumbramos a lo que la vida misma nos transfiere; somos actores en los múltiples escenarios de la vida, solo que esta vez no recibimos premios de academias u halagos, más sin embargo recibimos experiencia, además de un corazón más fuerte que días pasados.
(Ese corazón siempre estará dispuesto a batallar contra todas las calamidades que se le presente.)
La tarde del día de ayer les diré; fue una tarde que jamás olvidare. Todo comenzó con una película, tan común para algunos, tan vagamente pobre en ámbitos de efectos especiales, sin olvidar que tenía una trama tan neutra que envolvía la historia por fases sumamente evidentes u que sabias exactamente qué ocurriría. “La película es el hombre araña 2”, no pretendo escribir nada más o hacer un típico juego de adivinanzas, dejare más bien que los mismos diálogos de la cinta, los cuales pretendo adherir a mi texto los cautiven.
— ¿Que Paso con el hombre araña, ya no sale en el periódico?— Preguntaba La Tía May con una mirada de desconsuelo, mientras ordenaba sus artículos para su mudanza.
— ¿Por qué?—decía Henry con una mirada que anhelaba respuestas, respuestas seguras las cuales acabasen con sus dudas de una vez.
— Lo ha dejado… quería probar cosas nuevas —Respondió Peter inseguro y temeroso de sí mismo.
— ¿Pero volverá verdad? —preguntó Henry con la esperanza de que el mismo Peter revelara ante él su prodigiosa identidad y le dijese; ¡si volveré!
— No lo sé… —Respondió Peter de una manera perdida.
Henry solo se marcho sin decir palabra alguna, se podía reflejar en él la aflicción que su héroe le había dejado al dejar su tan memorable cargo, No obstante Regreso a su deber de trasladar algunos de los artículos hogareños de la Tía May.
— ¿A que no adivinas quien quiere ser él? … “El Hombre Araña” —Dijo la Tía May mientras trasladaba algunas cajas a otro lugar.
— ¿Por qué? —Respondió Peter mientras observaba a Tía May organizar dichas cajas.
La Tía May Levemente se dio vuelta atrás, para darle frente a Peter mientras se predisponía a decir lo que sería una humilde enseñanza, que toda persona debería tener presente:
—
El reconoce un héroe en cuanto lo ve y hay muy pocos personajes que vayan volando por ahí salvando a viejecitas como yo. Dios sabe que los niños como Henry necesitan un héroe, unos valientes que se sacrifiquen por los demás, que sean un ejemplo para todos. Todo el mundo quiere tener un héroe, la gente hace cola para verlos, los aclama, grita sus nombres y años después; contaran como estuvieron horas bajo la lluvia, solo para poder ver fugazmente aquel que les enseño aguantar un segundo más. Yo creo que todos llevamos un héroe dentro, que nos hace ser sinceros, que nos da fuerza que nos ennoblece y finalmente que nos permite morir con orgullo, aunque a veces tengamos que mantenernos firmes y renunciar a lo que más queremos; incluso a nuestros sueños…
Todos tenemos metas, lo que busco fundamentar hoy se centra en que ese héroe habita en todos nosotros, solo que la cobardía y el miedo siempre se nos interponen para que evitemos llegar a donde queremos.
Nunca renunciemos a lo que somos, a quienes somos, porque quien olvida sus principios estará destinad@ a un fracaso rotundo.