Hace meses atrás no había escrito de manera exorbitante tal como lo venía haciendo en dichos meses.
En el transcurso de aquellos días, pude estar en un juego online; un juego donde yo representaba lo que parecía ser un personaje mitológico (exactamente de la mitología nórdica). Lo que me trajo aquí fue la idea de jugar por goce, por disfrutar sanamente, por hacer amistades y aprovechar un pequeño espacio de mi tiempo.
Para muchos los juegos son desviaciones a los problemas del mundo real, tanto así que dejan de lado su vida actual y olvidan por completo la diferencia de ambos mundos. Gracias a este juego pude conocer muchísimas personas además de saber acerca de sus vidas. Muchos de ellos dedican gran parte de su tiempo a aumentar sus niveles o dicho de otra manera a ganar EXP. Yo como mucho le dedicaba 3 horas por día, el poder no tenía mucha influencia en mí, lo que realmente me cuestionaba era el hecho de saber cuándo olvidaban por completo su vida real y esta pasaba a ser un segundo plano… Sí… era algo que merecía la pena ser examinado.
(Iniciamos esta gran aventura unos 500 jugadores) lentamente iba avanzando de nivel e iba observando como poco a poco los jugadores del servidor disminuían; algunos lo dejaban sin palabra alguna, como si la muerte hubiera llegado des prevista para aquellos guerreros. Yo un arquero con estadísticas un poco más del promedio era considerado un “PRO” y es que el prestigio dependía de la fuerza que tuviera el carácter.
En el lapso de los días me uní a varios equipos todos tenían un mismo objetivo el cual era escalonar a la cima y convertirse en los jugadores número uno del servidor. Los días en los que estuve en el grupo pude notar como el trabajo en equipo definía con exactitud la palabra integridad, la palabra justa llamada “gremio”. El tiempo que pase allí solo lo puedo resumir entre: peleas con criaturas demoniacas, peleas con jefes de niveles descomunales, lugares donde las escenas y paisajes eran sin duda una obra de arte.
Luego de todas aquellas aventuras vividas, el juego se hizo monótono, mi descuido era el vil reflejo de que no deseaba continuar. El juego había llegado hasta 100 jugadores, muchos de ellos solo ambicionaban el poder, esta gran lucha ya no ofrecía treguas, las traiciones venían por doquier incluyendo el propio gremio en el que te encontrabas. Decepcionado por completo decidí ir por otro gremio llamado “Sangre Real” (El nombre parecía que le fue otorgado por una serie televisiva con alto contenido en público).
En el gremio fui bien recibido además de respetado; la líder me brindo todo su apoyo sin olvidar también su divina generosidad. Semanas después ella dejo el juego nunca supe los motivos exactos, solo tenía hipótesis, las hipótesis no eran lógicas, la lógica es sin duda un juego de mentes donde nos creemos ser visionarios de lo que ocurre en realidad. Quede a cargo del gremio, exactamente no tenía idea alguna de que hacer, me planteaba por mi mente que tipo de personalidad o actitud tendría frente a los miembros. La confianza que me dieron fue inmensa hice mi mayor esfuerzo por estar pendiente de cada uno de ellos y en ese lapso de tiempo fue donde pude conocer a cada carácter enserio, sin salirme del personaje tome riendas en asuntos sentimentales.
Muchas experiencias me dejo un juego, hoy vine compartiendo esta pequeña aventura que viví, fue algo interesante mientras estuve presente cada día en aquel juego, mis ojos siempre serán binoculares que apuntan a puntos que ciertamente merecen ser indagados y cada experiencia por muy pequeña que sea es sin duda un placer más.
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