Las promesas limitadas se vuelven reconocibles,
Si tan solo pudieramos escapar de 12 numeros,
El final no seria atroz y nuestro destino quizas seria comprensible.
Yo desearia un pacifico mañana y el reloj en mi mano apuntaria hacia un nuevo horizonte,
donde aquella mariposa vigilara de mis acciones, cuidando de mis sueños y otorgandome lecciones.
Entre juramentos de obsecion y palabrarerias, mas allá de poesias guardadas en librerias, siendo como una sombra que suplanta un nombre, desde hoy a mañana por esa mariposa yo soñaria.
El origen de nuestras vidas ha marcado un laberinto, donde el tiempo es inmutable.
la razon de mi olvido, el momento de un climax inalcanzable.
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Una mariposa batiendo sus alas,
Una mariposa de milagros, canticos y de lagrimas.
Una mariposa deslumbrante, una mariposa que vuela por el tiempo contemplando su firmamento,
Sintiendome con envidia de su libertad, añorando aquellos dias de amistad.
Mariposa que regresas y de nuevo te marchas.
Batiendo tus alas con todo rigor,
entre vientos caoticos, llenas el mundo de fulgor.
Diminutos efimeros que retornan, sentimientos hechos ecuaciones,
soluciones tan complejas transformadas en teorias.
Preguntas en la deriva y respuestas en el espacio,
Mariposa que merece mil flores y un palacio.
Estamos tan cerca y tan lejos de una verdad universal, somos tan diminutos y nuestras preguntas son tan inmensas, cargamos con un peso del cual no comprendemos. Todos somos partículas extendidas a lo largo del universo; exactamente como viajeros del tiempo. Nuestros recuerdos nos acercan al pasado de forma aleccionada, volviendo aquellos días, donde marcaron un momento significativo, mientras que nuestro futuro lo marcan aquellos sueños que esperamos algún día concretar. Regidos por un tiempo que se alía con el destino; hablamos de matar el tiempo en algo, cuando el tiempo vilmente nos mata a nosotros. Convivimos rodeados de paradojas e ironías transitorias, donde nuestros pensamientos escapan fugazmente, donde las mentiras son casi como eventos divergentes.
La sabiduría no nos viene dada, sino que debemos descubrirla en cada vez que avanzamos. Cada lazo, acción y movimiento determina nuestro destino, y sin saber acerca del destino nuestro futuro ya dicta una ley de la cual somos artífices.
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