La soledad más magnánima que puede existir, emerge de un individuo que creció con ella. Que la concibe hasta lo más escalonado, la soledad no es un factor o algo con lo cual puedas obtener variables, más bien es un cáustico período, algo mordaz según la visualización de incontables surges. Siempre he conllevado una expresión la cual en su instante es verídica con breve sutileza y percatado de las acciones de los demás, entre las cuales germinan dudas de personajes perniciosos además de incontables recuerdos efímeros. Hasta donde puedo repudiar un mundo, que entre los múltiples sucesos dan apertura a mi aversión en toda magnificencia, hasta un paraje donde esos gestos se transforman en rasgos antipáticos, insatisfecho de un lugar donde día a día perecen miles de personas inocentes y donde mi avidez deseosa de cultura lastimosamente no arropa a esos suburbios. Miro el horizonte anhelando poder derivar respuestas, preguntas que solo mi soledad y mi forma de teorizar congelan contestaciones redivivas, demasiado débil para un mundo fuerte y cristalizado en la malicia pura. Mi Soledad no es misántropa ni mucho menos soy un ser antisocial, la soledad siempre me ha abrigado, desde un principio pude deshacerme de lo negativo que trae consigo esta, desde ese principio me adentre en la oscuridad misma y mis ojos se ajustaron perfectamente a una escenario nauseabundo, pero lo increíble es que la verdadera racionalidad puede disipar todas las mentiras e ilusiones que abarcan sentimientos incesantes, y esos sentimientos conforman todo mi ser, crean y reparten conjeturas eruditas y me complementan concluyente-mente para tener un corazón firme y apto para todo tipo de situaciones.
martes, 25 de febrero de 2014
Mi Inmesurable Y Cauta Soledad
La soledad más magnánima que puede existir, emerge de un individuo que creció con ella. Que la concibe hasta lo más escalonado, la soledad no es un factor o algo con lo cual puedas obtener variables, más bien es un cáustico período, algo mordaz según la visualización de incontables surges. Siempre he conllevado una expresión la cual en su instante es verídica con breve sutileza y percatado de las acciones de los demás, entre las cuales germinan dudas de personajes perniciosos además de incontables recuerdos efímeros. Hasta donde puedo repudiar un mundo, que entre los múltiples sucesos dan apertura a mi aversión en toda magnificencia, hasta un paraje donde esos gestos se transforman en rasgos antipáticos, insatisfecho de un lugar donde día a día perecen miles de personas inocentes y donde mi avidez deseosa de cultura lastimosamente no arropa a esos suburbios. Miro el horizonte anhelando poder derivar respuestas, preguntas que solo mi soledad y mi forma de teorizar congelan contestaciones redivivas, demasiado débil para un mundo fuerte y cristalizado en la malicia pura. Mi Soledad no es misántropa ni mucho menos soy un ser antisocial, la soledad siempre me ha abrigado, desde un principio pude deshacerme de lo negativo que trae consigo esta, desde ese principio me adentre en la oscuridad misma y mis ojos se ajustaron perfectamente a una escenario nauseabundo, pero lo increíble es que la verdadera racionalidad puede disipar todas las mentiras e ilusiones que abarcan sentimientos incesantes, y esos sentimientos conforman todo mi ser, crean y reparten conjeturas eruditas y me complementan concluyente-mente para tener un corazón firme y apto para todo tipo de situaciones.
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