El Amor No Es Mas Que Una Matematica Regresiva.

Aparece en un ser, antes que el otro individuo, aparece de la nada, sale a flote un reloj y una guillotina, un conteo contraproducente inicia… —¡Tic Tac!— Se transforman en sonidos empalagosos, siendo una tortura con una gota de agua, agua que cae minuciosamente dejando un paranoico eco; allí da comienzo, inicia un ciclo que ya el destino mismo escribió.

Pese a que perpetuamente espero refutaciones a mis numerosas inquietudes, estas no llegan de la manera más coherente que podría apetecer, tanto que nace un vacio en el corazón que aprisiona mi vida de la realidad. No puedo callar el solo hecho de que por mi mente ronden preguntas de porque el amor se esfuma… supongo que hablando de manera autómata o quizás racional, puedo llegar a la conclusión ideal.

El Amor tiene cimientos Matemáticos, está constituido por complejas sumas y restas, muchas veces optamos por ser retribuidos, por tener un denominador igualitario que nos entregue un resultado confortante, sin embargo este pasa frente a nuestros ojos y nuestra mayor culpa es no realizar la operación de una forma apropiada.

Las restas en el amor comienzan en un ambiente monótono tanto que allí emprende un amor basado en automatismo o dicho de forma vulgar “la batería comienza a desfallecer”. No soy experto en amores, no soy la persona ideal para definir como este se manifiesta, como se constituye, como nos envuelve, como paulatinamente somos presos de este, no obstante también tengo una mentalidad revolucionaria para afrontar arduas batallas.

Para las sumas en el amor solo se puede definir con una sola frase: el/la mejor guerrero/a no es el que triunfa siempre, sino el que vuelve sin miedo a la batalla, pese a que el amor es una suma y resta lo hermoso de todas estas matemáticas es la aventura de aventurarnos en dichas operaciones.