Un Ángel y Una Guardiana; Una Historia De Amor Semi-Imposible

Cada vez que leemos un libro nos introducimos en la faceta del personaje: sabemos lo que piensa, el cómo razona, el cómo actúa, el cómo se desenvuelve frente a las adversidades y como la historia se vuelve profunda, tanto así que nos hace releerla una y otra vez. Muchas veces creemos que el destino está escrito; como paginas de libros repasados con tinta industrial (la cual es imborrable)…pero no es así. El destino se escribe con nuestro valor con nuestros sentimientos verdaderos, el callar no nos hará seguir, solo nos hará retroceder, solo seremos autollamados cobardes. Nuestros límites nunca se excederán, sino pensamos en grande en lo más retomo; un pensamiento que puedo llamar “valentía”. 

Conocí a una ángel, que me dijo un día que “Yo era su mundo”, un mundo lleno de alegrías que la alejaba de la realidad misma, que mis palabras la hacían volar por magnos aires, ahora quisiera recordarle que mis actitudes van como un personaje de un libro; un personaje que no se rinde, que no deja de luchar, que nunca ha desvalorado aquello que conoce. Cada día que pasa voy pensando cómo llegar nuevamente a ella, soy testigo de mi propio dolor y mi propio agobio se queda en silencio sin mucho que abreviar. Amo verla sonreír, amo tenerla a mi lado, amo que me dedique horas como si fuese su propio instituto, amo cuando responde lo más rápido posible porque sé que en ese entonces tengo toda la atención de ella puesta en mí.

Soy ángel caído que viene recogiendo migajas de felicidad, arrastrando mi propia voluntad como si fuese un costal o algo con lo cual lo cargas en tu hombro, algo que no puedes dejar de lado, algo que te mantiene en las puertas de tu cordura. Mi guardiana, mi ángel siempre ha tenido una persona que se ha preocupado por ella, atrás de todo lo malo y de las palabras que no menciono están los hechos, hechos que aguardan para mostrarse pero que los limites que tenemos puestos son imposible mostrarse. Aun así muchos no me separan de ella, muchos imposibles me alejan de verla, pero amo sus hermosas alas, por cierto me pierdo en sus ojos y amaría poder juntar mis alas negras con sus alas blancas y los dos juntos crear no una página sino un libro entero.